GOBIERNO ABIERTO
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El todavía largo camino de España hacia la transparencia
Liberar los datos públicos podría tener un impacto en el PIB español de hasta 1,9 puntos
¿Es España un país transparente con sus datos? ¿Puede permitirse no serlo? El pastel es jugoso. Abrir las puertas a la ciudadanía a las inmensas bases de datos que ya posee el Estado tiene un impacto real en las cuentas públicas. Incorporar internet al día a día de la Administración es hacerse eco de una realidad que permite informar a la población, agilizar trámites y ahorrar tiempo y dinero. Un ejemplo, sólo entre 2012 y 2013 se ahorraron 15.000 millones de euros, según el INE, con los trámites telemáticos en la Administración, más o menos un 1,5% del PIB español, unos 300 euros por habitante al año.
Hemos avanzado en pocos años (partíamos prácticamente de cero), pero el camino es largo todavía. La estimación del impacto que tendría un política plena de Big Data y Open Data en España está todavía por calcularse, pero algunos estudios, como el elaborado por DemosEuropa, defienden que el PIB nacional podría crecer casi dos puntos porcentuales (1,9) hasta 2020.