Ignacio Cebrero (El Confidencial)
La decapitación, el viernes en Conflans-Sainte-Honorine, del profesor Samuel Paty, a manos de Abdoullakh Anzorov, refugiado checheno de 18 años, ha causado un enorme impacto en Francia y ha retrotraído emocionalmente el país hasta hace un lustro, cuando ocho yihadistas armados hasta los dientes asesinaron en París a 130 personas en una sola noche.
Por muy grande que sea la repercusión del atentado, el terrorismo islamista en Europa pierde intensidad desde hace unos tres años. El último a gran escala y preparado con meses de antelación fue el perpetrado en Barcelona y Cambrils, en agosto de 2017.
Emocionante #jesuisprof pic.twitter.com/tQDppaf2LG
— Eduardo Suárez 💉💉💉 (@eduardosuarez) October 22, 2020