MI PRESENTACIÓN
Al final de un buen análisis de la situación siria titulado “Siria: el día después”, el profesor, compañero y amigo Rafael Calduch advertía hace tres días en El Mundo que “en política internacional, como en cualquier otra faceta de la vida, no existen soluciones sencillas para resolver los problemas complejos y en el caso de la guerra civil de Siria tampoco”.
El pasado sábado, 31 de agosto, en el Washington Post, el profesor Joseph Nye se refería también a “la complejidad del contexto” para analizar los problemas internacionales. “Hay que entender –escribía- no sólo los sistemas internacionales y trasnacionales, sino también los entresijos (intricacies) de la política interior de numerosas sociedades”.
“Esta complejidad da especial relevancia a la virtud aristotélica de la prudencia: evitar tanto los excesos como las deficiencias”, añadía, porque “vivimos en un mundo de culturas diversas y sabemos muy poco sobre la ingeniería social y la construcción de naciones, especialmente en momentos revolucionarios”.
A pesar de ello, cada día y casi cada minuto, en situaciones de gran tensión como es la actual en Siria y en otros países desestabilizados por la sacudida árabe, se reclama la opinión de aquellos que nos dedicamos a observar y a analizar lo que sucede más allá de nuestras fronteras.
La pregunta elegida para el debate de hoy es atrevida, demasiado atrevida quizás para los admiradores de la prudencia aristotélica, pero no es fácil reunir a cuatro españoles mejor preparados para responder a ella: Ángeles Espionsa, Jesús Núñez, Haizam Amirah Fernández y Félix Artega
Preguntar si es o no el mejor momento para intervenir es dar por hecho que la intervención militar es mejor que otras opciones. Redactar la pregunta en singular es asumir que sólo existe una intervención militar. Ambos supuestos son, obviamente, equivocados.
Responder a lo que se nos pregunta esta mañana nos permite optar por una respuesta kantiana –esto es lo que se debería hacer- o posibilista: esto es lo que se puede hacer dados los precedentes, los límites establecidos y las posibles consecuencias. Un buen analista o editorialista procura cumplir ambas funciones si le dan tiempo para ello.
La pregunta planteada nos obliga –y esta es la parte más interesante de una reflexión en común- a adentrarnos en el cómo, el para qué y el por qué de cualquier plan de intervención, los objetivos buscados o deseados, la legalidad de la acción, la justificación para llevarla a cabo (el uso de armas químicas) sin pruebas concluyentes sobre el autor –ni siquiera se ha publicado el informe de los inspectores de la ONU-, las posibles alternativas diplomáticas y militares, el costo de unas y de otras, los posibles y probables efectos de cualquier acción dentro y fuera de Siria (militares, políticos, humanitarios, estratégicos y económicos) y, si queda tiempo, el papel, papelín o papelón de Europa y de España en esta nueva y desgraciada aventura internacional.
Lecturas recomendables para preparar y animar el debate
Análisis y documentos del Real Instituto Elcano
Read more from today’s #FPSyria panelists & other Brookings experts on what to do in #Syria here: http://bit.ly/187ABqn
No Way To Launch a War in Syria…or a Punitive Action. Steven Pifer
Replaying History, Both Political Parties Debate Acting Against Syria. William A. Galston
Five Truths About Syria. Michael Doran