Relaciones Internacionales – Comunicación Internacional

La industria de los semiconductores y el futuro de la economía mundial (I) (Jesús Fez-Villaverde)

| 0 Comentarios

Foto: Microchip. (EFE/Ritchie. B. Tongo)

Microchip. (EFE/Ritchie. B. Tongo) via Cozitalia

La noticia económica más importante de 2022 no fue ni la guerra en Ucrania, con la subida del precio de la energía que acarreó, ni la fuerte inflación. La clave de 2022 fue el recrudecimiento de la batalla por el control de la industria mundial de los semiconductores. Esta disputa vivió su momento más crítico, aunque no fue el único evento significativo a lo largo del año, el 7 de octubre, cuando el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció nuevas regulaciones para restringir el acceso de China a los procesadores más avanzados, a los superordenadores y al equipo y software necesario para la fabricación de semiconductores de últimas generaciones. Estas regulaciones, un auténtico cambio radical de dirección de la política comercial de Estados Unidos, muestran la importancia estratégica de los semiconductores, pero, sobre todo, la ruptura, ya inequívoca, entre las dos grandes potencias económicas del planeta y cómo se configura el futuro de la economía mundial y su organización en complejas estructuras de valor añadido.

Empecemos centrando la cuestión. Por industria de los semiconductores nos referimos a toda la cadena de diseño, fabricación e instalación de circuitos integrados, a los que también llamamos chips o microchips. Estos circuitos son la base de infinidad de productos como los procesadores de los ordenadores y teléfonos móviles, los microcontroladores en los coches, el mando a distancia de la televisión o muchas de las unidades de memoria digital, entre otros. Es casi imposible pensar en economía en 2023 sin circuitos integrados. Esta entrada está escrita en un ordenador a rebosar de circuitos integrados, colgada en internet gracias a circuitos integrados y leída en un dispositivo (otro ordenador, una tableta, un móvil) atiborrado de, habrán adivinado, circuitos integrados. Incluso si usted está leyendo esta entrada en papel, la impresora que ha empleado funciona gracias a ellos. Pero no son solo los bienes de consumo los que viven de los microchips: buena parte de la investigación contemporánea, desde la biología a la física, depende crucialmente de la industria de los semiconductores. En mi quehacer académico me dedico a un área del conocimiento llamada economía computacional, que emplea circuitos integrados bastante avanzados para responder preguntas tales como cómo medir los efectos económicos del cambio climático.

…MORE

 

Deja una respuesta

Campos requeridos marcados con *.


Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.