La libertad de prensa se apaga en el Magreb
Hubo un momento en el Magreb en el que pareció que todo era posible, también el desarrollo de una prensa libre, crítica y de calidad, liberada de toda mordaza. O mejor dicho, fueron dos momentos diferentes. El primero en 2011, después de la caída de los dictadores Zine el Abidine Ben Ali en Túnez y Muamar Gadafi en Libia, y el surgimiento en Marruecos del Movimiento del 20 de Febrero. En Argelia, ese tiempo de esperanza llegó unos años después, en 2019, cuando fue el turno de Abdelaziz Buteflika de salir de la escena. Sin embargo, actualmente, no solo los sueños de un panorama mediático vibrante se han esfumado de todos los países del Magreb, sino que la libertad de prensa experimenta un preocupante retroceso generalizado.
De acuerdo con el último ranking anual sobre la libertad de prensa en el mundo elaborado por Reporteros Sin Fronteras (RSF), ninguno de los cuatro países de la región obtiene un resultado satisfactorio. Túnez, donde el presidente Kais Said dio una especie de “autogolpe” en el verano de 2021, ha caído 21 puestos y se sitúa en la posición 94, dentro del grupo de países donde la situación de los periodistas es definida como “problemática”. Los otros tres países, Argelia (134º), Marruecos (135º) y Libia (143º) están incluidos en la categoría en la que la situación es descrita como “difícil”.
De los cuatro, quizás el que ha atraído una mayor atención recientemente por su trato a los periodistas independientes es Marruecos, pues en enero el Parlamento Europeo aprobó una moción en la que, además de condenar la violación de los derechos humanos, exigía la liberación de todos los reporteros encarcelados.