Relaciones Internacionales – Comunicación Internacional

La mujer en el Ejército: luces y sombras

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Me sorprendió  muy positivamente por su sensatez y claridad el sábado, 14 de septiembre de 2013, Patricia Ortega, la primera teniente coronel del Ejército español, en la cadena Ser.

No fue fácil, nada fácil, la entrevista que le hicieron Javier del Pino y José Martí en «A vivir que son dos días». Superó perfectamente el reto, a pesar de que, entre las preguntas, había problemas endiabladamente complicados como la incorporación de la mujer  y el acoso sexual en las FF.AA..

Su opinión, que me había parecido correctísima, no se veía confirmada en el artículo de Miguel González en El País el mismo día.

Defensa expedienta a la capitán que denunció acoso sexual

Seguro que no es esa la intención de Defensa, pero el mensaje que algunos leen en el expediente disciplinario abierto a la capitán Zaida Cantero puede resultar demoledor para la integración de la mujer en las Fuerzas Armadas, del que este mes se cumplen 25 años: la militar que denuncie a un superior por acoso sexual, y más si consigue que sea condenado, tiene muy difícil seguir en el Ejército.

Capitán Zaida Cantero

Cantero logró que el Tribunal Militar Central condenase, en marzo de 2012, al coronel Isidro José de Lezcano-Mújica a dos años y diez meses de prisión por dos delitos de abuso de autoridad en sus modalidades de trato degradante y maltrato de obra a un subordinado.

La sentencia, ratificada por el Tribunal Supremo, concluyó que el coronel actuó “con grave menosprecio de la condición femenina de la víctima” y que sus actos (tocamientos, insinuaciones, amenazas, vejaciones en público) eran “claramente atentatorias de su libertad sexual”.

El expediente disciplinario abierto ahora a la capitán no tiene, aparentemente, ninguna relación con aquel juicio, salvo por el hecho de que su carrera profesional, hasta entonces intachable —con misiones en Kosovo o Líbano— ha estado plagada de problemas desde ese momento: orden de que pasara una evaluación personal extraordinaria, en la que su calificación pasó de brillante a deficiente, solo cinco meses después de la sentencia; denegación de su solicitud de vacaciones de verano, lo que le impidió disfrutarlas; denegación de cambio de turno en el curso de ascenso a comandante, lo que puede cercenar su carrera profesional; y choque con algún superior que era compañero de promoción del condenado... seguir leyendo

 Un caso grave, sin duda, que ensombrece el discurso oficial de Defensa. Excepcional, sin embargo, cuando lo comparamos con la situación en los EE.UU. que describía Mark Thompson en el semanario TIME el 16 de septiembre.

It Has to Stop

A rape case reveals an unbalanced military-justice system

Which is worse: a sexual assault by three fellow midshipmen near the U.S. Naval Academy in Annapolis, Md., or spending 20 hours over five days in a military courtroom fending off questions about one’s sexual history and the circumstances of the alleged attack?

Patrick Semansky / AP (via TIME)

The latter is what happened at the Washington Navy Yard beginning Aug. 27, when a female midshipman was cross-examined in a lengthy pretrial hearing designed to bring those allegedly involved to justice. The case helps explain why only 3,374 of an estimated 26,000 military members who experienced unwanted sexual contact last year filed complaints. «It is essentially the woman who is on trial, and the trial can be worse than the rape,» says retired Colonel Elspeth Ritchie, who served as the Army’s top psychiatrist and has testified in similar cases. «I have often thought that I would never report it if it happened to me.

The night of April 14, 2012, began as a «toga and yoga» party at the off-campus Annapolis hangout of the academy’s football team. (The men wore togas, the women yoga pants.) By most accounts, the ensuing party got wild. The next morning, the female midshipman awoke at the house with a sore back, a coconut-rum hangover–and no recollection of what had happened. She learned that three male midshipmen, all Navy footballers, were boasting to friends and on social media that they’d had sex with her; the case hinges on whether she was too drunk to consent. The accuser pressed the case only reluctantly, after another female midshipman had said she planned to report what happened. The defendants, Tra’ves Bush, 22, of Johnston, S.C.; Eric Graham, 21, of Eight Mile, Ala.; and Joshua Tate, 21, of Nashville, have denied wrongdoing, saying any sex was consensual. News organizations have declined to name the accuser, now a 21-year-old senior at the academy, as they do in most such cases… MORE

Algunas de las corresponsales empotradas en la invasión de Irak han descrito en sus crónicas y libros este vía crucis, ensombrecido por el que algunas mujeres corresponsales padecen en la cobertura de conflictos como el de la sacudida árabe, con ejemplos bien conocidos. En mis numerosas carpetas de archivo sobre corresponsales de guerra y libros de mujeres corresponsales abundan los testimonios y manuales o directrices de asociaciones profesionales y de medios con consejos prácticos para evitar y reducir riesgos, pero, en términos generales, no parece que preocupe mucho al alto mando en ninguna institución, civil o militar.

A pesar de su importancia y gravedad, sigue siendo tabú. Se habla poco de ello, se denuncia en muy contadas ocasiones y seguramente no me habría detenido a recordarlo hoy de no haber sido por el tuit que recojo seguidamente, recibido esta tarde, por un video reciente de la ONU sobre las mujeres que participan en sus operaciones de paz y, sobre todo, por el debate organizado el pasado 16 de octubre en el CESEDEN (Madrid) sobre la integración de la mujer en las FF.AA. a partir del mandato recogido en 2000 por la Res. 1325 del Consejo de Seguridad. Fue muy enriquecedor y compartiré algunas de mis notas con los lectores de mi blog en esta y en alguna otra entrada.

Impresionante documental sobre los abusos sexuales dentro del ejército de EE.UU. Os lo recomiendo https://www.youtube.com/watch?v=rLPLfkUs1Es … (5:27 PM – 20 Oct 2013)

 http://youtu.be/rLPLfkUs1Es

«The Invisible War» — La Guerra Invisible, deja al descubierto cómo se encubren muchos casos de violaciones en las fuerzas armadas de los Estados Unidos. En el documental conoceremos a varias mujeres y hombres víctimas de sus propios compañeros y superiores. «Una mujer del ejército de USA tiene más probabilidades de ser violada por uno de sus compañeros que de morir en combate», se dice en la presentación del documental.

A pesar de todo, nunca han sido más necesarias las mujeres en los ejércitos. Así lo reconocía la ONU en las redes sociales el pasado 9 de octubre con la distribución del siguiente vídeo:

Video: Why do we need in ? Watch this: http://bit.ly/ZMoUpa 

YouTube @YouTube

 El 31 de octubre se cumplen 13 años de la aprobación por el Consejo de Seguridad de la ONU de la Resolución 1325. En sus dos primeros artículos:

1 Insta a los Estados Miembros a velar por que aumente la representación de la mujer en todos los niveles de adopción de decisiones de las instituciones y mecanismos nacionales, regionales e internacionales para la prevención, la gestión y la solución de conflictos;

2. Alienta al Secretario General a que ejecute su plan de acción estratégico (A/49/587) en el que se pide un aumento de la participación de la mujer en los niveles de adopción de decisiones en la solución de conflictos y los procesos de paz… seguir leyendo

Las cinco resoluciones del Consejo de Seguridad sobre igualdad de género:

Resolución 1325 (2000)PDF Document

Resolución 1820 (2008)PDF Document

Resolución 1888 (2009)PDF Document

Resolución 1889 (2009)PDF Document

Resolución 1960 (2010) PDF Document

 

El 16 de octubre el Grupo Atenea y ADESyD reunieron a altos representantes de la OTAN, la UE, España, los EE.UU. y el Club de Madrid para abordar el compromiso asumido por los organismos internacionales de Seguridad y Defensa -en particular la OTAN y la UE- y sus Estados miembros de aplicar la Resolución 1325 de Naciones Unidas del año 2000 sobre mujer, paz y seguridad,  y para analizar  las cuestiones de género en las operaciones actualmente en marcha y en el planeamiento y ejecución de las misiones futuras.

Resumo a continuación algunas de mis notas sobre las intervenciones del teniente coronel Jesús Ignacio Gil, el diplomático Antonio Núñez, Cristina Gallach, el embajador Carlos Westendorp y María A. Caracuel en dicho encuentro.

El Gobierno español aprobó el pleno acceso de la mujer a todo tipo de unidades de las FF.AA. en 1999. Hoy las mujeres representan el 12.4 % de esas fuerzas. En 2007 el Consejo de Ministros aprobó el Plan Nacional de Acción recomendado por la Res. 1325 de la ONU en 2000 para la integración de la mujer en los Ejércitos y en todas las demás instituciones, sobre todo en aquellas responsables de la gestión y negociación de conflictos.

La OTAN no aprueba un Plan de Acción similar para la Alianza hasta 2010. El objetivo de estos planes es incorporar los llamados «asuntos de género» (nunca me ha convencido el término, pero no se me ocurre ahora otro mejor) en la planificación, organización y ejecución de las operaciones, y contar con asesores preparados tanto a nivel táctico como en las estructuras de mando y control.

Los precedentes relacionados con la mujer en la OTAN se remontan a 1961, año de la primera conferencia de mujeres oficiales de la organización. En 1966 se forma el Comité de Mujeres de la Alianza y en 1997 se abre la Oficina de la Mujer que hoy preside el teniente coronel Gil. «Soy el único hombre en ella», reconoce.

Exministra de Defensa Carmen Chacón con militares españolas

Hasta 2007 no se aprueba, como señalé anteriormente, el primer Plan de Acción a partir de la directiva 40-1, «la biblia para la implementación de la 1325 en la OTAN» en palabras de Gil. Dicho plan está hoy en revisión. La OTAN no puede obligar a sus miembros a aprobar planes nacionales, pero 17 de sus miembros y 11 de sus socios ya lo han hecho.

Con enormes dificultades, gracias a esos planes, los contenidos de la 1325 se han ido incorporando a los documentos principales del Consejo Atlántico y de los Mandos Estratégicos. «Todavía no a los documentos del Comité Militar», señala Gil, quien reconoce las limitaciones presupuestarias, el excelente apoyo recibido del departamento de diplomacia pública, dirigido por el español José María López Navarro, y la localización en Suecia, que no es miembro de la OTAN, del principal centro de formación de la organización en cuestiones de género.

El impulso principal fue el nombramiento de la primera representante especial para cuestiones de género en aplicación del apartado 16 de la Declaración de Chicago, en mayo de 2012. «La diplomática noruega elegida para el cargo es un lujo, aunque no tiene poderes ejecutivos», afirma Gil. El reducido equipo del Comité  que preside ha logrado, año y medio después de Chicago, poner en marcha la primera evaluación del cumplimiento de su misión, que, según Gil, debería publicarse en la web el 22 de octubre. Para su elaboración se han realizado 44 entrevistas en Kósovo, 108 en Afganistán y otras muchas con especialistas.

Entre los retos más urgentes están el compromiso de los dirigentes, el desconocimiento que muchos de ellos -no digamos ya a nivel de oficiales y tropa- tienen de la Directiva y de la Resolución, las relaciones con la UE (manifiestamente mejorables), los puestos sin cubrir y el miedo a lo que suceda en Afganistán tras la retirada de la ISAF.

La UE se dio cuenta de la necesidad de integrar a las mujeres ya en sus primeras misiones en el exterior, sobre todo cuando desplegó observadores en la frontera entre Gaza y Egipto en noviembre de 2005.

Cristina Gallach

«Fue un despertar», confiesa Cristina Gallach, consejera de Javier Solana durante 15 años en la OTAN y en la UE, y actualmente responsable de relaciones públicas en el Consejo Europeo. «Hoy la UE está comprometida a incorporar las obligaciones de la Res 1325 en el corazón de la Unión, en todas las fases de la acción exterior y de seguridad».

Gallach aseguró que hoy «el 21% de los jefes de delegación de la UE son mujeres, pero sólo hay una mujer al frente de la 36 delegaciones situadas en las zonas críticas o más conflictivas del mundo». Aplaude el nombramiento de un representante especial para Derechos Humanos, pero lamenta la falta de consenso para nombrar otro que se responsabilice de las cuestiones de género, por lo que los problemas de la mujer están dentro de las competencias del representante para Derechos Humanos.

A pesar de ello, con dificultades similaes a las de la OTAN, los problemas de la mujer van encontrando espacio en el corpus normativo de la Unión: estrategia de derechos humanos, políticas de ayuda al desarrollo, la nueva agenda, la estrategia de ampliación, la respuesta a la sacudida árabe, el Fondo Europeo para la Democracia…

«Ahora estamos analizando o evaluando, a partir de 17 indicadores, los resultados de 2011-2012, algo que debe hacerse cada dos años», dice Gallach. «Pero 17 de los 43 países de la ONU con planes nacionales (el 15 de octubre, se sumó Kirguizistán a la lista, el último por ahora en hacerlo) son de la UE y en 9 de las 14 misiones que la UE tiene hoy activadas hay al menos una persona o un equipo vigilando los temas de género. Cierto que ninguna de esas 14 misiones está presidida por una mujer». La de Georgia sí la dirigió durante algún tiempo una mujer.

Se observa un gran desequilibrio en el número de mujeres que los países de la UE envían a misiones: a la cabeza están los nórdicos, con un 30 por ciento del personal que envía. España está todavía en el 7 por ciento.

La heterogeneidad de operaciones y misiones en el exterior de la UE (Gaza, Georgia-Rusia, Kósovo, Atalanta, Somalia…) obliga a adaptar las normas generales en cada caso a las circunstancias particulares. La dispersión geográfica y la naturaleza tan dispar de dichas misiones obliga a responder a retos muy diferentes. «Por ello se ha asegurado que se tengan en cuenta los problemas de género desde la fase inicial de planeamiento de cada operación», señala Gallach.

Para mejorar la situación, Gallach propone mucha más eficacia en la planificación (difícil si los que la dirigen no están convencidos o suficientemente sensibilizados), la presencia de asesores de género en los entrenamientos y maniobras, y en las negociaciones de conflictos, un mayor equilibrio por países y un cambio en la mentalidad. «Para que cambien las cosas, hay que cambir la mentalidad», concluye.

 

El 4 de diciembre de 2013 se cumplían 25 años de la apertura de las FF.AA. a la mujer en España. Radio 5 (RTVE) informaba de ello y entrevistaba a la subsecretaria española de Defensa, Irene Domínguez-Alcahud.

  Ministerio Defensa @Defensagob

“celebramos el aniversario del fin de una anomalía histórica» http://bit.ly/IO4juv 

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