Hay libros con ideas que traspasan barreras de lenguaje, de tiempo y de contexto. Algunas son descubiertas siglos después de ser escritas o tienen mayor influencia en determinados países y sociedades. Las hay que alcanzan su capacidad transformadora con el transcurso de la historia, mientras que otras pierden su fuerza original y son contestadas. ¿Qué convierte un libro en ‘clásico’? Es una mezcla de elementos que otorga a la obra la capacidad de continuar siendo relevante, de tener impacto cultural, revelar nuevas interpretaciones y, por ello, resultar de perpetua actualidad.
Los clásicos ofrecen la posibilidad de extraer múltiples lecturas e invitan a volver a ser interpretados, sirven a modo de guía para reflexionar sobre la actualidad desde una perspectiva desarraigada y familiar. En los tiempos de hoy, convivimos con una cantidad de información sin precedentes, pero también con opiniones polarizadas, marcadas ideologías y estrictas brújulas morales. Cada cierto tiempo –y en estos tiempos más que nunca– conviene volver a algunos clásicos para aproximarnos al mundo a través de una luz que no es nueva pero sí atemporal, que no carga con el peso de los datos y acontecimientos que desbordan la actualidad internacional. Los clásicos conservan siempre intacto su original punto de vista sobre cuestiones trascendentales: la razón política, la naturaleza del conflicto humano… Sus páginas permiten comprender mejor el mundo de hoy.
Política Exterior dedica este año el Día del Libro (23 de abril) a algunos de los clásicos que han dejado una huella profunda en la comprensión de las relaciones internacionales; una disciplina atravesada por la geografía, la teoría del poder, la ideología, la historia, la filosofía, las doctrinas económicas y la psicología.
Hemos escogido seis clásicos imprescindibles, acompañados de seis extraordinarias reseñas publicadas en Política Exterior: El arte de la guerra, de Sun Tzu; El Príncipe, de Maquiavelo; Los orígenes del totalitarismo, de Hannah Arendt; El origen de las especies, de Charles Darwin; Politics among Nations, de Hans J. Morgenthau; y La marcha Radetzky, de Joseph Roth. Mirar hacia atrás es una forma de asegurar que no nos perderemos en el camino.
Feliz lectura.