La aplicación de la Resolución 1325 sobre
Mujer, Paz y Seguridad
Las cuestiones de género en las operaciones
El Grupo Atenea y ADESyD convocaron el 16 de octubre a altos representantes de la OTAN, la UE, España, los EE.UU. y el Club de Madrid para abordar el compromiso asumido por los organismos internacionales de Seguridad y Defensa -en particular la OTAN y la UE- y sus Estados miembros de aplicar la Resolución 1325 de Naciones Unidas del año 2000 sobre mujer, paz y seguridad, y para analizar y debatir la situación actual y perspectivas de las cuestiones de género en las operaciones, particularmente en España y Estados Unidos, como países comprometidos en la promoción y el desarrollo de la citada resolución.
En este I Foro de Debate ATENEA-ADESyD se abordaron, al más alto nivel, los principales desafíos de la participación de la mujer en la prevención, mediación y resolución de conflictos, que requieren de la colaboración de los organismos internacionales y de otros agentes público-privados y de la sociedad civil para una mayor concienciación sobre estos temas y la adopción de las soluciones. necesarias.
En el debate se trataron los siguientes temas:
- NATO Policies and Activities on Gender issues
- EU´s role in promoting human rights: priorities in the area of women peace and security
- El Plan de Acción Nacional de España y la perspectiva de género en Operaciones.
- Análisis de la Guía Política de EEUU sobre la Igualdad de Género del Departamento de Estado y el Presidential Memorandum: Coordination of Policies and Programs to promote gender equality and empower women and girls globally.
- La aportación del Club de Madrid al Programa “Mujeres, liderazgo y participación política”: G40: Women, Peace and Security in the Horn of Africa
Resumo a continuación mis notas sobre las intervenciones del teniente coronel Jesús Ignacio Gil, el diplomático Antonio Núñez, Cristina Gallach, el embajador Carlos Westendorp y María A. Caracuel.
El Gobierno español aprobó el pleno acceso de la mujer a todo tipo de unidades de las FF.AA. en 1999. Hoy las mujeres representan el 12.4 % de esas fuerzas. En 2007 el Consejo de Ministros aprobó el Plan Nacional de Acción recomendado por la Res. 1325 de la ONU en 2000 para la integración de la mujer en los Ejércitos.
La OTAN no aprueba un Plan de Acción similar para la Alianza hasta 2010. El objetivo de estos planes es incorporar los llamados «asuntos de género» (nunca me ha convencido el término) en la planificación, organización y ejecución de las operaciones, y contar con asesores preparados tanto a nivel táctico como en las estructuras de mando y control.
Los precedentes relacionados con la mujer en la OTAN se remontan a 1961, año de la primera conferencia de mujeres oficiales de la organización. En 1966 se forma el Comité de Mujeres de la Alianza y en 1997 la Oficina de la Mujer que hoy preside el teniente coronel Gil. «Soy el único hombre en ella», reconoce.

Exministra de Defensa Carmen Chacón con militares españolas
Hasta 2007 no se aprueba, como señalé anteriormente, el primer Plan de Acción a partir de la directiva 40-1, «la biblia para la implementación de la 1325 en la OTAN» en palabras de Gil. Dicho plan está hoy en revisión. La OTAN no puede obligar a sus miembros a aprobar planes nacionales, pero 17 de sus miembros y 11 de sus socios ya lo han hecho.
Con enormes dificultades, gracias a esos planes, los contenidos de la 1325 se han ido incorporando a los documentos principales del Consejo Atlántico y de los Mandos Estratégicos. «Todavía no a los documentos del Comité Militar», señala Gil, quien reconoce las limitaciones presupuestarias, el excelente apoyo recibido del departamento de diplomacia pública, dirigido por el español José María López Navarro, y la localización en Suecia, que no es miembro de la OTAN, del principal centro de formación de la organización en cuestiones de género.
El impulso principal fue el nombramiento de la primera representante especial para cuestiones de género en aplicación del apartado 16 de la Declaración de Chicago, en mayo de 2012. «La diplomática noruega elegida para el cargo es un lujo, aunque no tiene poderes ejecutivos», afirma Gil. El reducido equipo del Comité que preside ha logrado, año y medio después de Chicago, poner en marcha la primera evaluación del cumplimiento de su misión, que, según Gil, debería publicarse en la web el 22 de octubre. Para su elaboración se han realizado 44 entrevistas en Kósovo, 108 en Afganistán y otras muchas con especialistas.
Entre los retos más urgentes están el compromiso de los dirigentes, el desconocimiento que muchos de ellos -no digamos ya a nivel de oficiales y tropa- tienen de la Directiva y de la Resolución, las relaciones con la UE (manifiestamente mejorables), los puestos sin cubrir y el miedo a lo que suceda en Afganistán tras la retirada de la ISAF.
La UE se dio cuenta de la necesidad de integrar a las mujeres ya en su primera misión exterior, cuando desplegó observadores en la frontera entre Gaza y Egipto en noviembre de 2005.
Cristina Gallach
«Fue un despertar», confiesa Cristina Gallach, consejera de Javier Solana durante 15 años en la OTAN y en la UE, y actualmente responsable de relaciones públicas en el Consejo Europeo. «Hoy la UE está comprometida a incorporar las obligaciones de la Res 1325 en el corazón de la Unión, en todas las fases de la acción exterior y de seguridad».
Gallach aseguró que hoy «el 21% de los jefes de delegación de la UE son mujeres, pero sólo hay una mujer al frente de la 36 delegaciones situadas en las zonas críticas o más conflictivas del mundo». Aplaude el nombramiento de un representante especial para Derechos Humanos, pero lamenta la falta de consenso para nombrar otro que se responsabilice de las cuestiones de género, por lo que los problemas de la mujer están dentro de las competencias del representante para Derechos Humanos.
A pesar de ello, con dificultades similaes a las de la OTAN, los problemas de la mujer van encontrando espacio en el corpus normativo de la Unión: estrategia de derechos humanos, políticas de ayuda al desarrollo, la nueva agenda, la estrategia de ampliación, la respuesta a la sacudida árabe, el Fondo Europeo para la Democracia…
«Ahora estamos analizando o evaluando los resultados de 2011-2012, algo que debe hacerse cada dos años», dice Gallach. «Pero 17 de los 43 países de la ONU con planes nacionales (ayer, 15 de octubre, se sumó Kirguizistán a la lista) son de la UE y en 9 de las 14 misiones que la UE tiene hoy activadas hay al menos una persona o un equipo vigilando los temas de género. Cierto que ninguna de esas 14 misiones está presidida por una mujer». La de Georgia la dirigió durante algún tiempo una mujer.
Se observa un gran desequilibrio en el número de mujeres que los países de la UE envían a misiones: a la cabeza están los nórdicos, con un 30 por ciento del personal que envía. España está todavía en el 7 por ciento.
La heterogeneidad de operaciones y misiones en el exterior de la UE (Gaza, Georgia-Rusia, Kósovo, Atalanta, Somalia…) obliga a adaptar las normas generales en cada caso a las circunstancias particulares de cada caso. La dispersión geográfica y la naturaleza tan dispar de dichas misiones obliga a responder a retos muy diferentes. «Por ello se ha asegurado que se tengan en cuenta los problemas de género desde la fase inicial de planeamiento de cada operación», señala Gallach.
Para mejorar la situación, Gallach propone mucha más eficacia en la planificación (difícil si los que la dirigen no están convencidos o suficientemente sensibilizados), la presencia de asesores de género en los entrenamientos y maniobras, y en las negociaciones de conflictos, un mayor equilibrio por países y un cambio en la mentalidad. «Para que cambien las cosas, hay que cambir la mentalidad», concluye.
Prosecution of rapists in war crime tribunals is a recent development. Generally, humanitarian law concerns the maltreatment of civilians and «any devastation not justified by military necessity».[18] War rape has rarely been prosecuted as a war crime. After World War II the Nuremberg Tribunals failed to charge Nazi war criminals with rape, although witnesses testified on war rape. The War Crimes Tribunal in Tokyo did convict Japanese officers «of failing to prevent rape» in the Nanking massacre, which is known as the «Rape of Nanking».[19][20] Justice Richard Goldstone, chief prosecutor at the International Criminal Tribunal for the former Yugoslavia, said that «Rape has never been the concern of the international community.»[19] The United Nations Declaration on the Protection of Women and Children in Emergency and Armed Conflict, which went into effect in 1974, does not mention rape specifically (War rape. Kipedia)

El Guernica de Picasso
La violencia contra la mujer en el mundo: un crimen de guerra,un crimen contra la humanidad y una forma de genocidio
Por Felipe Sahagún
La violencia sexual se ha convertido en una táctica de la guerra actual en numerosos conflictos, sobre
todo en la parte oriental de la República Democrática del Congo y en Darfur. También se ha identificado como un crimen de guerra, como un crimen contra la humanidad y como una forma de
genocidio.
Sin embargo, su reconocimiento como arma de guerra no ha tenido efectos disuasorios eficaces. Al
contrario, es un crimen cada vez más utilizado por los principales contendientes, casi siempre con
impunidad y con efectos devastadores para las víctimas y para los países.
La violación sistemática y organizada destroza el orden público, prolonga las guerras, reduce las
posibilidades de paz, impide la reconstrucción nacional, propaga enfermedades como el SIDA,
reconocida por el Consejo de Seguridad de la ONU como una amenaza grave para la seguridad
nacional, y genera condiciones propicias para el terrorismo.
Ruanda, Sierra Leona, Congo…
Tras casi siete años en el Tribunal Penal Internacional para Ruanda, Stephen Rapp reconoce que los
800.000 asesinatos en sólo cien días en 1994 coincidieron con una violencia sexual masiva
premeditada contra mujeres y niñas. Según Rapp, los asesinos actuaron de acuerdo con la propaganda
hutu que antecedió al genocidio, en la que se denigraba a las mujeres tutsi como un instrumento para
marginar al enemigo y su violación como un medio para destruirlo.
En diciembre de 2006 Rapp pasó del Tribunal de Ruanda al de Sierra Leona, donde descubrió las
mismas pautas de violencia contra las mujeres, las mismas, según sus propias palabras, que se habían
producido antes en Yugoslavia, Liberia, Sudán y la República Democrática del Congo.94
El Plan de Acción de la ONU contra la Violencia Sexual en Conflictos, aunque con demasiado retraso,
es una respuesta conjunta esperanzadora de doce agencias de la organización universal.
La Resolución 1325, aprobada por unanimidad por la Asamblea General en octubre de 2000, obligó a
la ONU a reforzar la participación de mujeres en misiones de paz y en transiciones posconflicto. Esa
resolución es la mejor hoja de ruta que tenemos en el derecho internacional para promover la
participación plena de las mujeres en las negociaciones de paz, el equilibrio de género en los gobiernos
posconflicto, la protección de las mujeres desplazadas y la persecución de la violencia sexual….
Background Information on Sexual Violence used as a Tool of War
G8 Ministers classify rape, sexual violence, as war crimes
Rape as a war crime: US Department of State
Rape as a weapon of war (Encyclopedia Britannica)
Girls Tweeting (Not Twerking) Their Way to Power
War Rape: Rwanda, Bosnia, and Now Syria By Joel Brinkley. World Affairs