Relaciones Internacionales – Comunicación Internacional

Periodismo, España y Cataluña

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 El 14 de mayo de 2013 recibía el periodista de La Vanguardia Rafael Jorba el XII premio Diario Madrid. Su amigo y compañero Luis Foix, ex corresponsal y ex director del diario, se encargó de hacer la laudatio del premiado. Se trata de una doble lección -sobre periodismo y sobre las relaciones entre España y Cataluña- con la que podemos estar más o menos  de acuerdo, pero que considero de indudable interés.

Rafael Jorba

Sobre periodismo dijo, entre otras cosas:

Jorba es un periodista completo pero también es un pensador que ha expuesto su visión sobre las relaciones entre Cataluña y España, sobre la complejidad de la convivencia en los tiempos modernos y sobre el valor de Europa como antídoto para evitar conflictos irreversibles a los que los europeos nos entregamos con mucha inutilidad y con bastante frecuencia.

Compartimos también una idea sobre el periodismo como vehículo de la libertad en las sociedades democráticas hasta el punto que sin una prensa libre el estado de derecho no se sostiene. Los países que más han progresado en los dos últimos siglos son aquellos en los que la libertad se ha expresado con mayor soltura.

Pero la libertad no se sirve en estado puro. No existe porque va cargada de subjetividad y de condicionantes. En todas las redacciones de los diarios, en los estudios de radio y televisión cuelgan carteles sutiles, invisibles, que no existen físicamente pero que el más novato de los periodistas sabe de su presencia. Son los carteles del políticamente correcto, de lo que se puede o no se puede decir, los carteles de las conveniencias de las empresas, de los directores, de los mismos periodistas o de cualquier otra procedencia ideológica o cultural.

El periodista tiene que saber que percibe sólo una parte de la verdad que a veces se esconde toda entera en factores y en datos desconocidos. Por eso pienso que una de las cualidades más apreciadas de un informador o de un creador de opinión es la modestia o humildad que le hacen consciente de que transmite noticias u opiniones tal como las ve en un momento determinado y que los debe modificar siempre que aparezcan nuevos elementos que le obliguen a cambiar su discurso.

El concepto de libertad que compartimos con Rafael Jorba se mueve en un mundo creativo, fresco y moderno que circula por la red, queda impresa en los diarios o se airea por las ondas. Es un periodismo que se mueve en los ámbitos de un talento que se manifiesta sin pedir permiso a nadie. No es aconsejable hacer periodismo sobre el periodismo, sobre lo que se dice o comenta, sin tener en cuenta el fondo de las cuestiones, los hechos y los comportamientos de los protagonistas de la información. No compartimos aquel periodismo que pretende que pasen cosas sino más bien aquella profesión que explica las cosas que pasan… Seguir leyendo

Sobre la relación entre España y Cataluña declaró:

Permítanme, para ir acabando, que haga una pequeña incursión histórica al siempre difícil encaje o entendimiento entre Cataluña y España en los últimos 150 años. Albert Balcells lo explica muy bien en su libro “Cataluña y ante España. Los diálogos entre catalanes y castellanos desde 1888-1984”. También lo evoca con gran rigor Xavier Pericay en su libro “Compañeros de viaje. Madrid-Barcelona”, publicado hace unas semanas.

En marzo de 1924, en plena dictadura del general Primo de Ribera, ciento dieciséis escritores en lengua castellana enviaron al dictador una carta en defensa de la lengua catalana. Se comprende que firmasen la carta los que se habían posicionado ya en contra de la dictadura como Álvaro de Albornoz, Domingo Barnés y Eduardo Barriobero, o iban camino de serlo como Gregorio Marañón, Ramón Pérez de Ayala, Luis Bello, LuisAraquistaín, Ramon Gómez de la Serna o Luis Jiménez de Asúa, así como personalidades como Manuel Azaña, José Giral i Claudio Sánchez Albornoz.

Es más chocante encontrar los nombres de personalidades del ámbito conservador como Pedro Sainz Rodríguez, Angel Herrera Oria, el conde de Vallellano, Gabriel Maura o el Marqués de Lozoya. Incluso se pueden ver entre los firmantes a Azorín, Concha Espina o Manuel Bueno que estaban en favor de Primo de Rivera.

Aquella muestra de reconocimiento de la lengua catalana desde la intelectualidad española fue correspondida con la Exposición del Libro Catalán en Madrid en diciembre de 1927. Se expusieron seis mil volúmenes de los muchos publicados en catalán desde 1900. Menéndez Pidal, el duque de Alba, Ortega y Gasset, Gabriel Maura, Azorín, Marañón y Manuel GarcíaMorente formaban parte del patronato de la exposición en la Biblioteca Nacional. Fue un éxito.

Hoy parecería imposible. Pero en marzo de 1930 dos trenes repletos de intelectuales españoles llegaron a Barcelona para confraternizar con la cultura y con los intelectuales catalanes… Seguir leyendo

 

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