13/06/2018
El fenómeno de los combatientes terroristas extranjeros (CTE) es la expresión más sobresaliente que ha tenido, en Europa Occidental, la actual oleada internacional de movilización yihadista iniciada en 2012. Pero ni España ni Italia destacan por estar entre los países europeos de donde más CTE han salido hacia Siria y otras zonas de conflicto armado para, una vez en ellas, incorporarse a organizaciones como, sobre todo, Estado Islámico, aunque también, en menor medida, las relacionadas con al-Qaeda. Hasta noviembre de 2017, el número de CTE que habían partido de España era de 223. A lo largo de prácticamente el mismo periodo de tiempo, hasta octubre de 2017, la cifra de CTE desplazados desde Italia sumaba los 129.
A modo de contraste, durante esos mismos años hubo 1910 CTE en Francia, 960 en Alemania o 850 en el Reino Unido. Las tasas de CTE por millón de habitantes fueron de 4 en España y de 2 en Italia, muy inferiores a las de 29 en Francia, de 13 en el Reino Unido y de 12 en Alemania. En Bélgica, con 531 CTE, dicha tasa fue de 47; en Austria, con 296, de 34; en Suecia, con 300, de 30; en Dinamarca, con 135, de 24; en Noruega, con 90, de 17; en Países Bajos, con 285, de 17; en Finlandia, con 80, de 15. Si la tasa se calcula para cada millón de musulmanes o población con ascendencia musulmana, entran matices: es de 45 para Italia, de 173 para España, de 194 para Alemania, de 206 para el Reino Unido, de 236 para Países Bajos y de 334 para Francia.
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