BARCELONA
El mundo no es el que era hace un año. El previsible control de la pandemia de covid gracias a la vacunación masiva de la población y el cierre de la tumultuosa etapa de Donald Trump en la Casa Blanca, sustituido por Joe Biden, abren nuevas oportunidades y desafíos en el escenario internacional. Para abordar este nuevo horizonte, La Vanguardia ha reunido en el segundo encuentro de sus Diálogos a dos de las figuras españolas que mejor conocen los entresijos de las relaciones internacionales: Javier Solana, exministro de Exteriores de Felipe González, ex secretario general de la OTAN y ex Alto Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, y José Manuel García-Margallo, extitular también de la cartera de Exteriores con Mariano Rajoy y eurodiputado. El debate, celebrado en el auditorio de la Fundación Mapfre de Madrid, fue moderado por Álex Rodríguez, director adjunto de La Vanguardia.
Álex Rodríguez: Si les parece, empecemos con el desafío que ha representado y aún representa la pandemia de Covid-19. La ciencia parece haber estado a la altura. ¿Lo han estado los políticos?
Javier Solana: Es un poco pronto para decir cómo nos hemos comportado todos. La ciencia ha hecho un esfuerzo extraordinario que afortunadamente ha culminado con éxito. Fíjense ustedes que el sida todavía no tiene vacuna. Ni la malaria. Para la covid, en un año se han gastado 40 billones. Y hoy tenemos cinco, seis, siete vacunas. Ha sido un esfuerzo absolutamente extraordinario que hay que reconocer. Pero una cosa es la parte científica de la vacuna y otra es su producción y distribución.
En la primera parte, yo creo, es donde hemos estado mejor. Y quiero subrayar que seguramente la vacuna más moderna, más rupturista desde el punto de vista científico, está hecha en Alemania. Por tanto, Europa jugará un papel. Después está el tema de la financiación. El desarrollo de las vacunas ha sido financiado no diría al 100 %, pero muy próximo, con dinero público o de grandes fundaciones. Por lo tanto, la vacuna es un bien público, pero no está tratándose como tal.