MARÍA VEGA
Más de una cuarta parte de las exportaciones españolas tienen como origen Cataluña, con lo que la balanza comercial se vería dañada
Más allá de las cuestiones políticas, mucho se ha escrito sobre las implicaciones catastróficas que tendría para la economía de Cataluña una eventual ruptura con España. Sin embargo, la desconexión catalana también tendría un efecto pernicioso desde el punto de vista económico para el Estado español. El escenario que dibujan los expertos es tan desalentador que todos coinciden en que la situación acabará encauzándose y Cataluña permanecerá en España pese a la obcecación de los separatistas de fundar su república.
En economía -y sobre todo, en el comercio- el tamaño importa, y mucho. Es por ello que para España sería mucho más fácil sortear una hipotética ruptura con Cataluña que al revés. Pero eso no significa que el proceso no fuera a golpear la recuperación económica española en todas sus dimensiones: comercio, fiscalidad y finanzas, lo que acabaría también afectando al empleo.
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