El islámologo Olivier Roy explica por qué Daesh no es fruto de la pobreza, ni de la situación en Oriente Medio, ni de un conflicto entre el islam y Occidente, sino de un radicalismo nihilista y juvenil que glorifica la muerte como la salvación ante un inminente Apocalipsis.
Los días posteriores al atentado en Barcelona circuló por las redes sociales un largo artículo del islamólogo Olivier Roy, en el que explicaba cuál era el perfil de los “nuevos yihadistas” que estaban cometiendo atentados en Europa y Estados Unidos. El artículo fue publicado en abril, pero el prototipo que describía Roy encajaba bastante con el grupo de jóvenes que planearon y ejecutaron el ataque con furgoneta en Cataluña. Pero, más allá de describir el perfil sociológico de los miembros de Daesh, Roy también explicaba cómo veían el mundo estos nuevos yihadistas. Algo que respondía a una pregunta que mucha gente se hacía después del atentado: ¿por qué nos quieren matar?
Roy desmiente varios tópicos acerca de los motivos que tienen los miembros de Daesh para atentar en Occidente. Son lugares comunes que repiten bastante los periodistas, y que suelen calar en la opinión pública. Lo hace a través del análisis de un centenar de casos de terroristas que han actuado en Francia y Bélgica, o que se marcharon de territorio francés para participar en la yihad global.