Relaciones Internacionales – Comunicación Internacional

El futuro de Europa: fortalezas y debilidades

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Una de las frases más repetidas para describir la situación de Europa a causa de la crisis financiera y económica de los últimos cinco años es que nos encontramos en el ecuador de una década perdida.

La crisis ha demostrado la principal vulnerabilidad de la UE: intentar construir una Unión Monetaria sin unión económica, bancaria, fiscal ni política. El crédito fácil y la falta de competitividad en la periferia europea disparó la deuda del sector privado de España, Italia, Portugal e Irlanda (Grecia es caso aparte) y cuando estalló la burbuja financiera los cuatro estados, sin un mecanismo europeo de defensa o mutualización, tuvieron que hacerse cargo de esa deuda, transformándola en deuda soberana y situándose al borde de la quiebra.

Se empezó creyendo que era «un problema americano» que pondría fin a la hegemonía financiera de los EE.UU.  (Peer Steinbruck) y se ha tardado cinco año en reconocer que, si no se cambiaba de rumbo, si no se corregían los desequilibrios fiscales y se empezaba a atajar el paro, si no se cedía en los recortes,  la crisis podía acabar con el proceso de integración europea (Wolfgang Shauble).

¿Estamos salvados? ¿Estamos salvados sólo temporalmente si no se acelera el proceso de integración? ¿Creen  que una frase de Mario Draghi -«haré lo que sea necesario para salvar el euro… porque la moneda europea es irreverible»- desde el Banco Central Europeo el 26 de julio de 2012 hubiera tenido el efecto balsámico, casi milagroso, que tuvo en los mercados sin un consenso previo en las principales cancillerías del mundo en que no se podía permitir  el colapso de la moneda única porque la economía de la UE se habría derrumbado (entre un 30 y un 50 por ciento) y el pib mundial habría caído alrededor de un 10 por ciento, precipitando  una recesión global mucho más grave que la del 29? ¿Por qué creen, si no, que desde Washington a Pekín, pasando por Brasil, Japón, India y Rusia, se apoyó en el Fondo Monetario  con tanta rapidez el plan de rescate del euro?

Tras cinco años de graves tensi0nes y, para países como España, de muchos sacrificios muy mal repartidos, lo positivo es que se conocen las soluciones. Lo negativo es que estamos aún lejos del acuerdo necesario para avanzar con la rapidez y la contundencia necesarias para evitar que la crisis se repita con igual o más intensidad.

No es exagerado, todo lo contrario, anticipar otros cinco o diez años de crecimiento lento o estancamiento, sobre todo en la periferia de la Unión,  como el sufrido por Japón desde comienzos de los noventa, con la diferencia de que allí el paro nunca superó el 5 o 6 por ciento. En pib y paro, la UE ha ido peor en los primeros años de su década perdida que Japón en los primeros años de la suya.

Si añadimos que la crisis ha profundizado la brecha que ya existía entre centro y periferia, si no hay una respuesta más rápida y firme lo lógico es que aumente el descontento de los ciudadanos y en muchos países ese descontento se manifieste no sólo en las calles, como ya se está manifestando, sino también en las urnas, con avances de los movimientos populistas, xenófobos y antieuropeos.

A pesar de los riesgos, los últimos tres años han dejado meridiamente claro que la eurozona no se romperá – y menos de forma caótica- ni es realista esperar un avance  rápido hacia la plena integración como la que predica a diario el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo. Nadie parece interesado en salir de la eurozona ni en echar de ella a los más débiles. Miedo al contagio, riesgos colaterales, bancarrotas de muchas empresas, burbujas especulativas incontrolables… Pueden añadir las explicaciones que quieran. El número y el orden no cambian el resultado.

En las actuales condiciones, advierte el profesor griego Loukas Tsoukalis en su informe de Policy Network con cinco think tanks europeos, entre ellos el Real Instituto Elcano, «el sistema del euro difícilmente garantiza un matrimonio feliz. En un panorama de bajo crecimiento, con elevado paro en algunos países y mucha deuda, las tensiones pueden resultar insoportables y conducir finalmente a la desintegración. El reto, por consiguiente, no es sólo salvar la moneda única, sino conseguir una gestión cada vez más eficaz de la interdependencia, controlar los mercados, crear las condiciones para un desarrollo sostenible y sociedades más cohesionadas, reforzar la democracia y convertir de nuevo la integración en un juego de suma positiva: reconozco que es muy ambicioso, pero es un desafío por el que merece la pena luchar….

Por otro lado, algunos países europeos seguramente no estarán en condiciones de seguir. Se necesitará abrir espacio para ellos bajo un techo más grande de Europa como miembros del mercado único y de mucho más. Algún día, en el futuro, esos países podrán optar por aceptar más compromisos y derechos. Entretanto, el Reino Unido y Suecia -también Polonia, esperando entrar en el euro- deberían seguir siendo miembros de la UE con un papel activo en las diversas políticas, incluyendo la política exterior.  Más integración de algunos países debería, por lo tanto, ir acompañada de más diferenciación y flexibilidad para otros. La misma receta no puede aplicarse a los 28 miembros de la UE. Más flexibilidad y diferenciación también facilitaría nuevas ampliaciones en el futuro… (Págs 83-84 del informe THE UNHAPPY STATE OF THE UNION. EUROPE NEEDS A NEW GRAND BARGAIN. Policy Network 2014)

No conozco a nadie que considere suficientes las medidas adoptadas, pero muy pocos se atreven a negar que, sin ellas, la eurozona seguramente se habría escindido hace ya tiempo.

En el lado negativo de la balanza, destacaría como debilidades estructurales o estratégicas más importantes la inexistencia, tras el fin de la Guerra Fría, de una razón de ser de la Unión en el siglo XXI c0mpartida por la mayor parte de los europeos que vaya más allá de conceptos como el de la competitividad en un mundo globalizado. A esa falta de una justificación estratégica habría que añadir la fragmentación política, la dispersión y desunión militar, la crisis (según los países) demográfica, la escasa inversión en I+D+I,  la excesiva dependencia energética, la creciente desigualdad e insolidaridad a medida que se han sucedido las ampliaciones y la inexistencia de una opinión pública europea en un mundo cada vez más condicionado por las opiniones públicas.

Algunos datos que respaldan esas variables:

RAZÓN DE SER: Alcanzados los objetivos originales -paz, seguridad frente a la URSS y prosperidad relativa-, la UE no ha encontrado objtivos movilizadores que entusiasmen y movilicen a sus 500 millones de ciudadanos a favor del proyecto de integración.

Los profesores de historia de Cambridge Jason Pack y Brendan Simms escribían el 27 de marzo en el New York Times que la reintegración de Crimea en Rusia por la fuerza de las armas y de las urnas debería impulsar la unidad y la solidaridad europea como respuesta a la nueva amenaza.

To successfully respond to Mr. Putin’s thuggery, the euro-zone countries must transform themselves into a Democratic Union of Europe. Their first task will be demarcation of a crystal-clear border with Russia, followed by the creation of a democratic superstructure that allows for the phased unification of the separate European states’ pre-existing defense, foreign policy and governance institutions.

Anything less will simply invite Mr. Putin to continue gnawing away at Europe’s exposed eastern flank, while individual states quibble over their narrow interests. In past decades, such European provincialism was sustainable due to robust American security guarantees. But today, America’s ability — and will — to shelter the whole Continent under its security umbrella is receding. It is high time for the Europeans to get their act together and defend their own backyard.

To date, the danger posed by the euro crisis hasn’t been enough to convince the euro-zone nations to give up some sovereignty by pooling their debts and resources — even though most European economists and statesmen know that this is the only viable way to end the Continent’s economic decline.

Historically, nations have only forfeited their sovereignty when faced with a truly menacing external threat that they could not handle alone. Russia’s intervention in Ukraine poses just such a threat to the individual states of continental Europe… MORE

FRAGMENTACIÓN: La imposible unidad en el significado y celebración de cuatro aniversarios históricos este 2014 -cien años de la Primera Guerra Mundial, 75 del comienzo de la Segunda, 25 de la caída del Muro de Berlín y diez de la integracion en la UE de ocho países de Europa central y oriental- refleja lo alejados que están los principales países europeos de una identidad común que permita afrontar con esperanza el futuro. Habría que ser inhumanos para celebrar derrotas y hay que estar muy ciego para creer que, por el hecho de integrarlos, sus regímenes se convirtieron de la noche a la mañana en democracias consolidadas. (Véase «Eastern Europe Goes South» by Jan-Werner  Mueller, en Foreign Affairs, March-April 2014, pag. 14-19)

EL SUEÑO FEDERAL: La meta de una Europa federal como motor de los principales miembros ha desaparecido del debate y pocos se atreven a defender en serio la idea de una verdadera integración política.

LAS DEFENSAS NACIONALES: Hasta diciembre no se había dedicado una sola cumbre europea a la defensa. La industria sigue siendo un conglomerado de industrias nacionales, las potencias nucleares de la Unión siguen negándose a ceder o compartir sus privilegios y se mantiene la dependencia militar de los EE.UU. ante cualquier crisis grave. Desde la puesta en marcha de la Oficina del Alto Representante se han activado unas 30 misiones militares o policiales, la mitad de ellas aún en marcha, pero ni los presupuestos militares de la mayor parte de los países europeos ni, sobre todo, el uso que se hace de ellos son compatibles con la conversión de la UE en un actor global en defensa y seguridad. (Véase «El gasto en defensa de la OTAN», por Fco Pérez Muinelo. IEEE, 30 de julio de 2013).

El 26 de marzo, de visita en Bruselas, el presidente estadounidense citaba la crisis de Ucrania como una nueva razón para reaccionar.

“Estoy preocupado por la reducción del gasto en defensa entre algunos socios en la OTAN. Es comprensible en medio de una crisis que obliga a reducir los presupuestos, pero la situación en Ucrania nos recuerda que tenemos que estar dispuestos a pagar por las fuerzas y el entrenamiento necesario para tener una OTAN creíble. Eso no puede ser solamente un ejercicio de Reino Unido y de EE UU. (EL PAÍS)

LA CRISIS DEMOGRÁFICA: Con una tasa  de fertilidad media del 1.5% (en España inferior) y una esperanza de vida que roza los 80 años, la dependencia de la población pasiva en Europa -hoy 1 por  cada 3 activos- se reducirá a 1 por cada 2 en los próximos 30 años, con dificultades crecientes para mantener los sistema de pensiones. Estudios relizados por el Instituto Max-Planck muestran claramente que la recesión y el aumento del paro interrumpieron el cambio de tendencia demográfica iniciado en España y en otros países europeos a comienzos del siglo XXI (en España gracias a la inmigración sobre todo): Economic crisis lowers birth rates, July 10, 2013. Informe completo: Fertility Reactions to the «Great Recession» in Europe: Recent Evidence from Order-Specific Data by Joshua Goldstein, Michaela Kreyenfeld, Aiva Jasilioniene, Deniz Dilan Karaman Örsal.

INSUFICIENTE INVESTIGACIÓN: La inversión en I+D+I europea es dos tercios de la estadounidense, no llega al 2% del pib, muy lejos del 3% que se fijó en la Agenda de Lisboa y muy por debajo de la inversión de los principales competidores: los EE.UU., Japón y China. (Véase La inversión en I+D+i 2013, informe de EAE Business School dirigido por Juan Aitor Lago Moneo y el Índice Mundial de Innovación 2013 de la OMPI, publicado por el INSEAD, Cornell Univ y la propia OMPI)

DEPENDENCIA ENERGÉTICA: Para toda la UE se prevé un aumento de la demanda de energía hasta 2050 de, al menos, un 15% y un aumento de la dependencia exterior (hoy del 50%) hasta un 70%. Estas cifras colocan a la UE en una posición estratégica muy vulnerable respecto a cuatro o cinco países del arco de la crisis (A Saudí, Irán, Irak, Argelia y Libia) y de Rusia.

The EU’s 2030 climate and energy framework package

Russian energy threat galvanises EU ‘climate hawks’

Report «Employment Effects of selected scenarios from the Energy roadmap 2050»pdf - 4 MB [4 MB]

EU 27 energy key figures pdf - 3 MB [3 MB]

Market Observatory for Energy

Eurostat, your key to European statistics

International Energy Agency (IEA)

Para corregir esos riesgos la Comisión aprobó en 2012 una hoja de ruta de la energía hasta 2050, que intenta reducir la dependencia sin renunciar a los compromisos adquiridos a favor de la reducción de la contaminación, pero la austeridad impuesta por Alemania y otros países de su entorno para salir de la crisis hacen muy difícil que se alcancen las metas fijadas.

La Administración estadounidense calcula en unos 600.000 millones de pies cúbicos las reservas de gas de esquisto de la Unión Europea, la mitad aproximadamente de las reservas de los Estados Unidos. ¿Por qué no se explota prácticamente nada? 
In part, that is because the continent is playing catch-up with a boom that started elsewhere. But there are deeper reasons, too. Many European countries have banned shale gas production. Those that allow development have slapped on taxes and government royalties that do much to deter it. (Hot air about American gas will not scare Putin –By Michael Levi. Financial Times,  March 25, 2014 6:11 pm)

EL PARO: La superación de la debilidad (esperemos que coyuntural) más importante, un índice de desempleo de alrededor del 12% en los 28, exigiría inversiones mucho más importantes de las previstas, reformas nacionales drásticas que pocos países se atreven a acometer y un contexto internacional propicio que ni Europa ni, probablamente, nadie pueden hoy asegurar.

Henry Kissinger (Credit: Reuters/Pascal Lauener)

El martes me llamó la atención esta nota publicada por el digital estadounidense SALON.

Exclusive: Yale tells students to keep Kissinger talk secret

“Dr. Kissinger’s visit to campus will not be publicized, so we appreciate your confidentiality…»

Yale graduate students were urged to respect the “confidentiality” of an upcoming lecture by controversial Ford/ Nixon Secretary of State Henry Kissinger, according to an email sent by an administrator and forwarded to Salon.

“Dr. Kissinger’s visit to campus will not be publicized, so we appreciate your confidentiality with respect to this exciting opportunity,” states an all-bold paragraph sent by Larisa Satara, the associate director of Yale’s Jackson Institute for Global Affairs, to a private listserv for Yale history graduate students. The email, sent Monday morning, also tells students that the event “is BY INVITE only”; “There will be a check list at the front door”;  “Laptops are not permitted and Yale ID will be required for entry”; “This is a high security event”; and “All attendees will be expected to remain in their seats for the duration of the event …” Kissinger’s address, scheduled for 3:30 p.m. Friday, is hosted by Yale’s Johnson Center for the Study of American Diplomacy, and titled “Europe at a Crossroads: The Future of Europe and Its Role in the International System.”

Satara and Yale spokespeople did not immediately respond to a request for comment on the email

Abochornados por la avalancha de críticas en las redes, pocas horas después Yale publicaba otro comunicado con la siguiente explicación:

In an evening e-mail to Salon, Satara said that sentence “simply refers to the fact that this is a Yale event and that seating is limited. We simply do not have the space to attend and have limited the invites to current Yale students who have demonstrated an interest in the topic of the conference…”

LA EUROPA DE KISSINGER: Hasta esta noche (28 de marzo) hora española, no sabremos qué secretos puede esconder aún Kissinger sobre Europa, pero lo esencial de su pensamiento creo que está recogido en su última obra magna, Diplomacia, 900 páginas sobre el mundo de la posguerra fría, sus orígenes y su evolución probable en el siglo XXI, publicado en 1994.

Una Europa encadenada a un sistema de equilibrio de poder tras el desplome del sueño medieval de un imperio universal

Un equilibrio diseñado no tanto a evitar guerras o crisis, que nunca lo consiguió, sino a limitar el dominio de cualquiera de sus miembros sobre los demás y a moderar los conflictos cuando estallaban

Sistema que, antes de Westfalia, sólo había funcionado en la Grecia clásica de las ciudades estado y en la Italia del Renacimiento. Roto por Napoleón, se restablece en Viena en 1815 y, gracias al escudo de la British Navy, da a Europa los 99 años, Crimea aparte, más pacíficos de su historia moderna y contemporánea.

Marginado y aislado tras un  nuevo escudo, el de una OTAN dominada por los EE.UU., durante la Guerra Fría, ese sistema de equilibrio adquiere nueva identidad y fuerza con las Comunidades Europeas establecidas en los años 50 por seis países de Europa Occidental para recuperarse de las dos guerras mundiales y reducir el riesgo de una tercera en el continente.

Concluyo con palabras textuales de Kissinger: «Europa, la única parte del mundo moderno donde ha funcionado un sistema multiestatal, inventó los conceptos del estado nación, de la soberanía y del equilibrio de poder, pero estas ideas -determinantes en los asuntos internacionales de la mayor parte de los siglos 17, 18 y 19…- ya no tienen hoy fuerza para decidir el rumbo del sistema internacional emergente».

«Los europeos han  intentado compensar esa relativa debilidad construyendo una Europa unida, esfuerzo que absorbe buena parte de sus energías, pero, aunque lo consigan, hoy no existe ninguna hoja de ruta para la actuación de una Europa unida en el mundo, dado que nunca ha existido ningún actor parecido».

DIPLOMACY. Touchstone, Ed. Simon & Shuster, New York 1994, pp. 20-24

La mejor forma de vislumbrar el futuro, decía Churchill, es conocer bien el pasado.

LA PRUEBA DE UCRANIA: El pasado más reciente, el de las últimas semanas, nos muestra una Europa lejos todavía de la recuperación y de la unidad necesarias para poder responder eficazmente a crisis como la de Ucrania.

Las sanciones aprobadas, hasta ahora, no dejan de ser gestos simbólicos -dejar a Rusia fuera del G8 en la reunión del lunes en La Haya, negarse a celebrar la próxima cumbre del grupo en Sochi en junio, la supuesta congelación de bienes y la prohibición de visados de entrada a 33 funcionarios y/o empresarios de Rusia y de Crimea-, sin ningún impacto grave sobre las relaciones comerciales.

Es obvio que hay mucho en juego y ningún miembro de la UE quiere autolesionarse de forma irreversible sancionando a Rusia en serio. Se comprende viendo las cifras del comercio exterior de Rusia:

Italia recibe casi el 30% de su energía de Rusia. Francia tiene contratos militares pendientes con Rusia por valor de miles de millones. Londres es el refugio de los principales oligarcas rusos… Nadie quiere ser el primero en disparar y todos se miran de reojo para ver qué hace el socio…

Sería difícil lograr un acuerdo de los 28 para cerrar el mercado de la UE a Rusia en tiempos de bonanza. Imagínense renqueando entre un 1% y un 1.5%, con el Frente Nacional obteniendo el domingo pasado los mejores resultados en la primera vuelta en unas municipales francesas, el partido antiinmigración de Wilders en Holanda haciéndose con la alcaldía de Almere y convirtiéndose en la segunda fuerza de La Haya…. o con docenas de miles de españoles llenando el centro de Madrid en protesta contra la austeridad, el paro, la corrupción y la pobreza…

No creo que cambien mucho las condiciones en los próximos meses. Al contrario, se reforzarán seguramente en las europeas de mayo y en los próximos comicios nacionales en sus miembros principales. Esperar respuestas muy distintas de las que hemos visto en los últimos tres meses en la crisis de Ucrania me temo que es esperar en vano.

La esperanza de los dirigentes europeos, empezando por Merkel, es que no sea necesario ir más lejos, que Rusia se conforme con Crimea por los efectos negativos que una escalada en el conflicto y en las sanciones tendría en la economía rusa, rozando ya la recesión. No olvidemos que más de la mitad del presupuesto ruso procede del petróleo y del gas que exporta a la UE, frente a, aproximadamente, un 25% del gas consumido en la UE que procede de Rusia.

 La creciente interdependencia, acelerada por la globalización, amortigua y reduce los riesgos de conflicto, pero al mismo aumenta el costo cuando el conflicto se produce. Obliga a las partes enfrentadas a buscar alternativas. En el conflicto de Ucrania, la mejor alternativa para Rusia, si pierde parcial o totalmente el mercado europeo, actualmente el más importante, sería China y otras potencias asiáticas, como India o Japón. Para Europa, la diversificación de sus importaciones energéticas exigiría una estrategia que sustituya a Rusia por los EE.UU., el Norte de África y Oriente Medio.

 

 Cuanto más se deterioren las relaciones de Occidente con Rusia, más necesidad tendrán los europeos orientales de solidaridad y más importante será el impulso de las relaciones entre la UE y los EE.UU., impulso que hoy tiene como principal vehículo la negociación de un Tratado Transtlántico de Libre Comercio.

Una de las soluciones, aunque  no la más rápida ni suficiente -como se encargó de advertir Barack Obama en Bruselas el 26 de marzo a los aliados europeos-  si se interrumpen o reducen las exportaciones rusas de gas a Europa, es que los EE.UU. empiecen a exportar gas natural licuado a la UE.

After a new trans-Atlantic trade pact is in place, «export licenses for projects for liquefied natural gas destined to Europe would be much easier, something that is obviously relevant in today’s geopolitical environment,» Obama said (Reuters)

Un mercado trasatlántico -que ya mueve unos 2.700 millones de dólares diarios en intercambios bilaterales, representando más  del 30% del comercio mundial y más de la mitad del pib global- podría aumentar el crecimiento de la UE y de los EE.UU. entre un 0.5% y un 1% anual.

Uno de los sectores más desequilibrados en las relaciones trasatlánticas es el de la defensa, pero no será fácil que Washington ceda en las negociaciones un espacio importante de tan suculento mercado a los europeos

For example, SIPRI calculates that between 2000 and 2012, ten EU member states exported a total of $4.4 billion worth of major conventional weapons to the US, whereas the US exported $21.8 billion to twenty-six EU member states. While European SMEs are good sources of innovation, they tend to lack the critical mass needed in terms of capital investment and R&D resources to be able to compete in the US market. (No TIPP-ing point for European defense? by Daniel Fiott. EUISS, March 2014)

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